lunes, 10 de junio de 2013

Dolmen de Matarrubilla, Valencina de la Concepción

Nos acercamos a un municipio en el que destacan dos importantes dólmenes. Hoy nos centramos en el Dolmen de Matarrubilla, en Valencina de la Concepción, pueblo vecino y muy cercano a Castilleja de Guzmán, donde se encuentra el importantísimo Dolmen de Montelirio, al cual dedicamos una ficha en febrero de este año. Siempre se ha discutido sobre la naturaleza de estas antiguas construcciones que se desarrollaron en el Neolítico, el Calcolítico y la Edad del Bronce; normalmente siempre fueron utilizados como lugares de enterramiento, por lo que la interpretación más generalizada es la que afirma que cumplieron una función funeraria, pero dólmenes como el de Matarrubilla son una prueba también de otra de las interpretaciones difundidas, que es la que identifica a estas construcciones, además de como lugares de enterramiento, como espacios de culto o santuarios. En el Dolmen de Matarrubilla, al menos, queda bien patente esta circunstancia, pues únicamente se han encontrado los restos de un esqueleto completo, mientras que, por otra parte, se halló un bloque de mármol negro que parece haber cumplido una función ritual como altar o mesa de ofrendas. El dolmen ha sido fechado en el III milenio a. C.

Altar del Dolmen de Matarrubilla - Foto: Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

*Fuente: rutasconhistoria.es

El Dolmen de Matarrubilla fue descubierto en 1917, también como resultado de unas tareas agrícolas. Distante apenas un kilómetro en línea recta de La Pastora,
Como estructura funeraria de corredor y cámara circular con un total de 32 metros de longitud máxima, Matarrubilla se aproxima a La Pastora en grandiosidad. De ella se diferencia fundamentalmente por que en la cámara se encuentra un gran bloque de mármol negro, tallado y con un rebaje de varios centímetros en la parte superior, que probablemente cumplió funciones de mesa de ofrendas o altar. Sin duda se trata de un elemento ritual que ya tuvo gran importancia en el diseño y planeamiento del monumento, ya que su colocación, ocupando gran parte del espacio de la cámara, debió producirse antes de la erección de la techumbre en falsa cúpula.
El depósito funerario encontrado en Matarrubilla era bastante escaso. En la expoliada cámara apenas se identificaron restos revueltos y fragmentados de cerámica y algunos huesos humanos. En el corredor, Carriazo pudo identificar algunos materiales in situ, incluyendo herramientas de piedra, una gran cantidad de fragmentos de laminillas de oro, algunos objetos de marfil (incluyendo un colmillo de elefante en bruto, sin trabajar) y varios miles de cuentas de collar. Tan solo se encontró un esqueleto completo, a medio camino del corredor y en posición encogida. La cantidad relativamente baja de enterramientos y ajuares y la presencia de la pila o mesa de ofrendas que domina de forma tan evidente el espacio disponible en la cámara abovedada del monumento sugiere que, efectivamente, un monumento como Matarrubilla pudo haber desempeñado la función de templo o recinto ceremonial además de (o quizás más que como) sepulcro.

Exterior protegido del Dolmen de Matarrubilla - Foto: Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

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