martes, 25 de febrero de 2014

El Altar de Hércules de la Finca Gaitán, Orgaz

Hoy traemos una muestra más de culto al héroe mitológico griego por excelencia: Heracles, conocido como Hércules por los romanos. Estamos hablando del Altar de Hércules, datado en el siglo II d. C., y que se encuentra también, como la escultura de Talavera de la Reina, en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Fue hallado en 1889 en la conocida como Finca Gaitán de Orgaz, municipio de la comarca de Montes de Toledo, en concreto a 4,5 km al oeste de la población. Según se dice podría proceder de un templo consagrado a esta divinidad. El ara recoge la siguiente inscripción: "HIIRCVLI / CORNIIL / IVS · SVRA / V(otum) · L(ibens) · S(olvit) · M(erito)", que vendría a ser en castellano: "A Hércules. Cornelio Sura en merecido cumplimiento de un voto.".
Recogemos como fuente el estudio del Vizconde de Palazuelos ("Lapida romana en Orgaz") publicado en 1890, es decir, un año después de su hallazgo.



*Fuente: Vizconde de Palazuelos, «Lápida romana en Orgaz», Boletín de la Real Academia de la Historia, BRAH 16, 1890, pp. 312-314.

Es un ara de piedra berroqueña terminada superiormente en una a manera de imposta, e inferiormente en una prolongación destinada a clavarse en tierra, mutilada en parte.
Las dimensiones son las siguientes: altura, 1,55 m. ancho 0,55 y grueso 0,34 m. La inscripción existente, maltratada e ilegible, casi por completo en alguno de sus puntos... es evidentemente votiva. Juzgola interesante desde el punto de vista histórico y también desde el paleoepigráfico; este último en particular en razón a la forma de los EE, que recuerda la H (eta) del alfabeto griego, reminiscencia arcaica propia de la época republicana y de los comienzos del régimen imperial. Esta forma especial, en efecto, aparece empleada en algunas lápidas romanas de España, entre las cuales son dignas de mención una dedicada a cierto Laculo y otra a Tonjetano, existentes ambas en Talavera de la Reina... He aquí ahora el contenido de la inscripción, suplidas las abreviaturas:

HIlRCULI 
CORNIlL
IVS./SU/RA 
V. 10tuns/L. libers/S. lolvit/M. lerite/.


lunes, 24 de febrero de 2014

Los Machurreros, Pedro Bernardo

Pedro Bernardo, localidad de la comarca del Valle del Tiétar o de Arenas de San Pedro, está de enhorabuena, pues Los Machurreros volverán este sábado 1 de marzo a correr por sus calles. Estos enmascarados dejaron de hacerlo allá por la década de los cuarenta del siglo pasado, pero gracias a un importante trabajo de reconstrucción y documentación de la Asociación Cultural Siempreviva de Pedro Bernardo, esta mascarada de invierno no se perderá definitivamente. Como bien dice Pedro Granado, autor de un fabuloso dossier del que extraemos unas líneas y miembro de la Asociación, los Machurreros eran una "costumbre dormida; dormida, y no perdida, pues lo perdido es lo irrecuperable y, afortunadamente para los herederos de este patrimonio intangible, estamos a tiempo de evitar una pérdida irrevocable de ésta porción de nuestra cultura", "un tesoro etnográfico", como bien lo califica.
La indumentaria típica del machurrero estaba formada por una máscara de madera, un pañuelo para ocultar la parte superior de la cabeza y las orejas, un traje militar, pues los licenciados en el servicio militar lo solían utilizar como disfraz, una vara de mimbre, esquilas y cencerros.
Estas mascaradas invernales, como ya se ha dicho por aquí, tienen un claro origen precristiano y simbolizan la oscuridad invernal que, poco a poco, irá cediendo paso a la primavera cada vez más cercana, de ahí que, según se ha podido saber, los Machurreros salían todos los domingos desde principios de año, hasta el domingo de Carnaval, momento en el que se iniciaba la cuaresma, como anunciadora de la proximidad de la floreciente estación que sucede al invierno.
Desde aquí deseamos una larga, larguísima vida, a Los Machurreros de Pedro Bernardo.

Traje de machurrero recuperado a partir de las descripciones recogidas. Fotografía: Pedro J. Granado.


*Fuente: Machurreros, mascarada de invierno: proyecto de recuperación de la mascarada de Pedro Bernardo - Pedro J. Granado García.

No son seres zoomorfos, como en el caso de los Cucurrumachos navalosanos, sino seres que infunden temor y amedrentan, que representan el mal y portan máscaras con rasgos diabólicos. Según la idiosincrasia popular, el personaje protagonista de una mascarada demoníaca representa precisamente al diablo (desde que la fiesta se enmarca en la sociedad cristiana), y a las fuerzas del mal, la oscuridad, las penas y la escasez del invierno.
Las mascaradas diabólicas o demoníacas se subdividen, según Calvo Brioso, en las tipologías “zangarrones” y “obisparras”. En el caso de los machurreros, se entroncarían en el subtipo de zangarrones, por la ausencia de personajes que teatralicen o representen al bien bajo la apariencia de obispos o clérigos, que nada tenían que ver en ésta tradición cucharera. Las mascaradas “de zangarrones” se desarrollan en una actuación a base de carreras, gritos y golpes, de gran estruendo. Los actores apenas hablan o no lo hacen (para evitar ser reconocidos).
Que los machurreros salían periódicamente cada domingo durante el periodo invernalesindudable, analizados los testimonios recogidos. Podría presumirse entonces, que la fiesta estaba desvinculada de los actos litúrgicos. Sin embargo, y a pesar de que, como decimos, no parecía existir vinculación con las fiestas religiosas como sucede con los zarramaches de Casavieja en San Blas, algunas insinuaciones de los informantes les asocian con las celebraciones de San Sebastián (téngase en cuenta que según algunos testimonios finalizaban sus salidas el Día de Las Candelas, en que se retornaba al Santo a la ermita).
[...] La puesta en escena del machurrero consistía en correr por las calles con el objetivo del alborotar y asustar, principalmente, a niños y niñas, pero también a las mujeres. Los niños, jaleaban con frases alarmantes cuando se percataban de la llegada del machurrero: “¡Que viene el machurrero! ¡Qué viene, qué viene!”, a la vez que provocaban al enmascarado con expresiones burlescas como “¡Machurrero, machurrero! ¡Macha el ajo en el mortero!”. 
Eran elementos característicos de la acción las carreras, las cencerradas, los gritos y alaridos propios de su carácter intimidatorio, y las figuraciones punitivas a través de los elementos fustigantes que, en nuestro caso, se componían de varas de mimbre, sin más, según la mayoría de los testimonios, en algunos casos rematadas por una vejiga de cerdo, cabra u oveja, según otros. Entendemos que, llegado el momento, tal como los machurreros salían, se recogían y desaparecían de las calles, a placer de cada uno. No se han hallado referencias a danzas pautadas como sucedía con los danzantes de San Sebastián, por lo que cabría pensar que la mera carrera, los saltos y aspavientos serían suficientes para hacer sonar los cencerros.




Los petroglifos de La Piedra de la Rueca, Casar de Palomero

Justo en el límite entre las comarcas de Las Hurdes y Tierras de Granadilla se encuentra el Puerto del Gamo, límite igualmente entre los municipios de Casar de Palomero, al que pertenece el alto, y Mohedas de Granadilla. Un conjunto de petroglifos de la conocida como Piedra de la Rueca nos indica que estamos en un lugar que, entre otras muchas cosas, seguramente fue un enclave sagrado y de reunión para antiguos pobladores de estas tierras; aunque ya se sabe que, sobre el arte prehistórico, son muchas las interpretaciones que se han dado. Una ermita, la de la Cruz Bendita del Puerto del Gamo, supone la prueba de la cristianización de un lugar que ya sería sagrado mucho antes. Las vistas son espectaculares, con gran parte de las llanuras de Tierras de Granadilla y buena parte, igualmente, de las montañas hurdanas, sobre todo las más altas de la parte meridional, ya frontera con las tierras salmantinas.

sandra ll - panoramio.com

Como si de un mapa se tratara por las vistas descritas, el cielo tampoco pasó desapercibido para los creadores de estos grabados, sobre todo si atendemos a una de las interpretaciones que nos dice que todo ese conjunto de incisiones paralelas y perpendiculares y su orientación hacia el sur bien podrían constituir el indicio para afirmar que estamos ante lo que pudo ser un calendario solar o lunar. Otros observadores ven objetos de caza como arcos y flechas y otros el trazado de mapas. La hipótesis sacra tampoco debería ser abandonada, sobre todo si atendemos, como ha se ha dicho, a la existencia del culto actual a través de la ermita.


viernes, 21 de febrero de 2014

El Hércules de la calle de San Clemente, Talavera de la Reina

Volvemos, por tercera vez, en lo que va de año, a Talavera de la Reina; algo normal cuando nos encontramos en una población de gran riqueza arqueológica y lejano pasado. En una reciente visita al Museo de Santa cruz de Toledo, contemplé esta representación en bronce de Hércules -el Herakles griego- datada en la primera mitad del siglo II d. C., hallada en 1996 en la talaverana calle de San Clemente, muy cerca de lo que fue el foro romano de la ciudad romana de Caesaróbriga, que, como ya dijimos, se encontraba bajo la actual Plaza del Pan.
Es bien conocida la vinculación de este héroe de la mitología helena con la Península Ibérica, pues uno de sus "Doce trabajos" le trajo a los confines occidentales de la oikoumene, o mundo conocido de por aquel entonces, es decir, a nuestra península, colocando, según cuenta la leyenda, sus famosas Columnas en uno y otro lado del actual Estrecho de Gibraltar, columnas que forman parte del escudo de uno de los dos Estados en los que ha quedado dividido la antigua Iberia.



*Fuente: Europa Press.

Con más de medio metro de longitud y alrededor de nueve kilos de peso, la estatua está realizada en bronce con la técnica de cera perdida. Representa a un personaje masculino, desnudo y de caracteres atléticos, cuyo rostro tiene barba y está ligeramente girado hacia la izquierda. Su mano derecha se encuentra extendida hacia abajo, en actitud de apoyarse o prender algún objeto. Como se puede observar, le falta el brazo izquierdo y parte del pie derecho, conservando el derecho sólo hasta el empeine.
Hércules era el nombre en la mitología romana del héroe de la mitología griega Heracles. Era hijo de Júpiter, el equivalente romano del dios griego Zeus, y la mortal Alcmena. Llevó a cabo doce grandes trabajos, llamados 'Los doce trabajos de Heracles' y fue divinizado.


jueves, 20 de febrero de 2014

Villa romana La Sagrera, Baco y Sileno, Barcelona

Las obras de esa espantosa infraestructura conocida como AVE -tren de alta velocidad- en Barcelona destaparon la existencia de una villa romana conocida como La Sagrera. Se dice que la extensión de esta villa era similar a la de la propia Barcino. Era una finca vitivinícola en la que se han hallado hasta 11 prensas de producción de vino, nueve de ellas el último año. Se han hallado también dos mosaicos, una lápida y dos interesantes cabezas de mármol que representan a Baco y a Sileno; no podía ser menos en un lugar en el que se producía vino. Éstas han sido fechadas en el siglo II d. C.
Sobre Baco y los distintos sátiros siempre circunda sobre ellos la imagen de vino, lujuria y desenfreno, pero las festividades que se hacían en torno a este dios, y a estas otras divinidades como Sileno, herederas de los cultos dionisiacos helenos, eran autéticos ritos de iniciación, en los que se buscaba la trascendencia. La visión desde una sociedad tan hedonista como ésta, en la que vivimos, puede llevarnos a conclusiones tan simplistas como creer que únicamente movían a sus participantes intereses orgiásticos. Es bien conocido el uso de drogas en rituales religiosos y el vino ha tenido y tiene un papel muy importante para distintas religiones, sobre todo del espacio mediterráneo.

Baco de La Sagrera - abc.es

Sileno de La Sagrera - Ferrán Nadeu



*Fuente: elperiodico.com, 12/02/2014

Al hallazgo inicial, aunque progresivo durante el 2013, de nueve prensas de vino diferenciadas que se usaron en los primeros cuatro o cinco siglos de nuestra era, se han añadido ahora dos construcciones similares del siglo I, anteriores a la época de la fuerte expansión de la producción y distribución del llamado vino layetano. Estos descubrimientos se añaden a los realizados desde el verano del 2011: dos mosaicos de 60 metros cuadrados ya extraídos de la villa, una lápida funeraria, pinturas murales en zócalos y dos cabezas de mármol, una de Dionisio, dios del vino, y otra de Sileno, sátiro y deidad menor de la embriaguez.


Villa La Sagrera - adif.es

martes, 18 de febrero de 2014

El Ídolo del Llano de San Miguel, Orihuela

La pieza a la que hoy dedicamos ficha en este blog fue presentada al público hace poco más de un mes. Se trata de un ídolo tallado en un canto rodado y fechado en la Edad del Bronce. De momento se le conoce como el Ídolo de Orihuela, localidad de la comarca de la Vega Baja del Segura donde se halló. Su hallazgo se llevó a cabo por un vecino del municipio -José Ruiz Mateo- en la ladera del  Monte de San Miguel, pues por su naturaleza de canto rodado resultaba extraña en dicho paraje y esto fue lo que le movió a recoger dicha piedra, observando que se encontraba tallada. Al hallarse fuera de su contexto arqueológico se ha tenido que recurrir a la comparativa con otros ídolos similares para datarlo; además, su proximidad al yacimiento de la Edad del Bronce, del Llano de San Miguel, hace creer que ese podría ser su lugar de origen.
El Ídolo ha pasado a pertenecer al Museo arqueológico comarcal de Orihuela, aunque, en estas fechas, se ha trasladado al Museo Arqueológico de Alicante para, junto a otras piezas, formar parte de una exposición temporal sobre la historia del extenso término municipal de Orihuela.

europapress

*Fuente: europapress.es, 02/01/2014

Como se encontró descontextualizado, no se puede hacer una cronología de su antigüedad, pero los datos sobre el yacimiento del que puede proceder, el Llano de San Miguel, lo datan entre el 1300 y el año 1000 antes de nuestra era. Según las mismas fuentes, se ha investigado a fondo para llevar a cabo una publicación sobre el Ídolo.
...la atribución a la Edad de Bronce se basa en el contexto arqueológico inmediato de algunas excavaciones y catas, como la que se hizo para la reforma del seminario, que apuntan a paralelos claros con el yacimiento de Los Saladares. Según las mismas fuentes, hay Ídolos similares de cantos rodados en León, Toledo, Lérida y Cuenca, que también llevan a fecharlo entre la Edad de Bronce tardía y la Edad de Bronce final. El arqueólogo municipal ha destacado que los ejemplares "son relativamente escasos" y, en este sentido, ha valorado la donación de Ruiz Mateo como "relativamente importante" y ha agradecido este gesto a sus parientes presentes en el acto de presentación del hallazgo.


lunes, 17 de febrero de 2014

La sacralidad del tejo, San Esteban de Cuñaba-Peñamellera Baja

No hace mucho estuvimos hablando del Tejo de Bermiego; hoy nos acercamos también a Asturias, a San Esteban de Cuñaba, población perteneciente al concejo de Peñamellera Baja, en el oriente asturiano. Pero, mientras que el emblemático tejo de Bermiego sigue existiendo, no se puede decir lo mismo del Tejo sagrado de San Esteban de Cuñaba, el cual desapareció a finales del siglo XIX y, a pesar de ello, se le sigue recordando por los vecinos como venerable. Todos los 2 de febrero el Sol volvía a iluminar su copa, lo que indicaba que se estaba a mitad de invierno y éste poco a poco iría mitigando para dejar paso a la primavera, iluminando el sol por última vez su copa los 8 de noviembre, para volver a aparecer de nuevo el 2 de febrero y así año tras año y generación tras generación. De tal modo era tal la importancia que tenía para esta parroquia, que hace poco, en su lugar se quiso plantar otro, pero justo donde éste se ubicaba, junto a la ermita de San Esteban de Cuñaba, una empresa eléctrica colocó una torreta que, tristemente, como si de un árbol de hierro se tratara, sustituye al verdadero ser espiritual propio de dicho enclave: el texu. Bajo él se celebraban los concejos abierto, los vecinos decidían sobre la gestión del comunal y demás asuntos propios de la comunidad y cómo no, el lugar, fue cristianizado a través de la ermita, prueba de que seguramente nos encontremos ante un lugar más de culto ancestral.

Lugar que ocupaba el tejo de San Esteban de Cuñaba, justo donde la torreta  - texu.files.wordpress.com

*Fuente: Manolo Cuñaba, vecino de San Esteban de Cuñaba, en RNE3, Programa El Bosque habitado.

El 2 de febrero el sol pegaba en la copa del tejo y era tiempo de que saliera el Sol. El Sol marcha el 7 o el 8 de noviembre, pegaba el último día en la copa del tejo, y hasta el 2 de febrero no volvía. Claro, todos miraban al tejo, era el emblema del pueblo. Era como una obligación ir al tejo y todo lo que se acordaba bajo él, que eran como leyes que se hacían en los pueblos, el aprovechamiento de los pastos, de las bellotas; aquí hay mucha bellota de roble y el hayuco que se llama, la grana de las hayas. Entonces siempre se tenía a los cerdos en la zona alta, antes de venir las castañas, y cuando venían las castañas al hayuco y no podían bajar, nombrándose, cada mes, a un vecino del pueblo para que no bajaran los cerdos a comer las castañas.
Los árboles tenían mucho mérito aquí, como tenía el tejo. El tejo tenía un mérito por lo que era, pues no daba grana, pero era como tenemos a San Esteban ahí de patrón. El tejo era como algo venerable, porque cuando venían tormentas grandes me acuerdo yo que decían "¡ay, Santa Bárbara bendita" y miraban al tejo. 
Nos decían mi abuelo y una hermana suya, que era el ama de esta casa, "tened cuidado que están ahí nuestros antepasados donde estaba el tejo", y nosotros pensábamos que sería una leyenda de la gente mayor. Pero cuando, por narices no me hicieron caso, y se colocó la torreta del transformador allí, me viene un obrero y me dice que había una alcantarilla, yo le dije que allí no podía haber nada, con lo que me acerqué y ante mi sorpresa, apareció una tumba. Nuestros antepasados al final tenían razón. Tuve una suerte de tener un abuelo que me explicó muchas cosas, él quería que su nieto supiese. Todos lloramos cuando se nos van nuestros abuelos, pero es que los lloramos como abuelos, pero con ellos, además, se nos va una tradición. 



Representación lunar y monumento funerario vettones en la antigua ¿Manliana?, Santibáñez el Bajo

Volvemos a Santibáñez el Bajo, en Tierras de Granadilla, para denunciar los expolios que los furtivos y las administraciones públicas -más bien habría que decir estatales, en sus distintas vertientes: estatales, autonómicas, provinciales o municipales- siguen haciendo en una gran cantidad de yacimientos arqueológicos. Esta comarca cruzada, de Norte a Sur -o de Sur a Norte-, por la Vía de la Plata, abunda en yacimientos romanos, muchos de ellos continuidad de otros anteriormente vettones. En Santibáñez el Bajo existen los restos de un asentamiento romano que muchos autores especulan con la posibilidad de que fueran los de la antigua mansio conocida como Manliana, mencionada por Ptolomeo entre las ciudades vettonas y que aún no ha sido  identificada al cien por cien; así otros autores sitúan a Manliana en Las Canchorras, paraje perteneciente al vecino municipio de Ahigal. Sea o no la antigua Manliana el yacimiento existente en Santibáñez el Bajo, hay que decir que son muchos los furtivos que por allí pasan a expoliar sobre todos monedas y distintos objetos que, según se cuenta, luego se venden en un mercado clandestino en Portugal. Pero, como decimos, no sólo son culpables los furtivos, sino que las propias administraciones locales han  producido daños irreparables; así, cuenta Félix Barroso -autor ya mencionado en más de una ocasión en este blog y natural del propio Santibáñez- en la noticia que traemos de hace tres años, que bajo la responsabilidad de las administraciones locales han sido destruidos una pieza en granito con una representación lunar y más grabados y un monumento funerario de época vettona, al que pertenecía la anterior pieza. También corre -o corría- peligro, según se dice en la noticia, una roca con cazoletas y cruciformes.
El yacimiento fue, según se puede comprobar, un antiguo castro vettón romanizado que, como mansio, formaría parte de una calzada -Camino de Almonfragüe- que partiría desde la Vía de la Plata, en Cáparra, pasando por este punto para dirigirse a Las Hurdes por Caminomorisco, siguiendo más o menos el trazado de la actual EX-204, hacia el sur de la provincia de Salamanca.

Posible Manliana de Santibáñez - hoy.es


*Fuente: Félix Barroso Gutiérrez, hoy.es - 10/01/2011

Aparte de estos atentados contra el patrimonio cultural de la comarca, también se han ejecutado por los mandatarios locales pistas forestales que han quebrantado los estratos fértiles de esta vieja población. Hace unos años, incluso se envió por parte de la autoridad municipal a sacar piedra de este importante yacimiento a unos obreros que se dedicaban a adecentar los caminos rurales. En estas incomprensibles excavaciones, apareció una pieza de laboreado granito, que presentaba cierto símbolo lunar y otros esgrafiados y que parece ser que era parte de un monumento funerario de época vettona. La pieza fue troceada y se llevó para reafirmar las alcantarillas de uno de estos caminos rurales.
Uno de los principales manantiales que surtía de agua a esta población, sobre el que se alza un brocal granítico de factura muy antigua, con muchas cazoletas y símbolos cruciformes, corre el serio peligro de venirse abajo, debido al desmembramiento de la base que lo sustenta. Otro de los manantiales, que los ancianos del lugar conocían como 'Pozo de la Pizarrilla' o 'Pozo de la Malllana', nombre este último de gran parecido con el vocablo 'Manliana', del tipo de los pozos romanos en rampa, abovedados y escalonados, sigue anegado por completo.
Estudiosos consideran que la mejor forma de preservar los vestigios de esta señera población, ya citada por el geógrafo Ptolomeo, sería el proceder a su excavación, levantando el correspondiente centro de interpretación de la misma.


jueves, 13 de febrero de 2014

Pinturas rupestres del Risco de los Altares, Herguijuela de la Sierra

Entre los el valles de Belén, contiguo al de Las Batuecas, y de Las Esposadas, en la comarca de Sierra de Francia-Quilamas, se encuentra el conocido como Risco de los Altares, en el municipio de Herguijuela de la Sierra, muy cerca de la comarca hurdana, con varios paneles de pinturas rupestres. De entre la vegetación de tipo mediterráneo, que abunda en la zona, de encinas, alcornoques, madroños, brezo y jara, destacan también acebos y tejos, estos últimos a orillas del arroyo Belén que da nombre al primer valle mencionado, árboles sagrados en tiempos antiguos.
Las pinturas fueron descubiertas en 1976, para la ciencia, por Ramón Grande del Brío, del quién extraemos unas líneas sobre el estudio que realizó de las mismas. Al ir a tomar notas sobre una colonia de buitres leonados, observó bajo el nido unos abrigos, a los que se acercó meses después del primer contacto visual lejano, descubriendo, esta vez, las pinturas rupestres de uno de ellos, del conocido como Risco de los Altares. Las pinturas van desde el Bronce I-II hasta la Edad del Hierro, distribuidas en tres paneles, y se componen de representaciones que van desde antropomorfos, a cruciformes, escenas de caza, ancoriformes, hasta a una escena que parece la domesticación de un cuadrúpedo, entre otras.

Recreaciones de Ramón Grande del Brío


*Fuente: Las Pinturas Rupestres del "Risco de los Altares" (Salamanca) - Ramón Grande del Brío.

Dado que las representaciones pictóricas se descubren casi de una manera sistemática en todos aquellos abrigos que gozan de particulares características —insolación, paneles lisos—, venimos a suponer la función especialmente testimonial de los
yacimientos en cuestión. La posible habitabilidad de los mismos puede prestarse a controversias, pero no hay que descartar la posibilidad de que eventualmentepudieran haber servido de refugio a reducidos grupos -familiares. Sobre el particular, recordamos que hasta principios del presente siglo algunos de los mejores abrigos han sido utilizados como majadas y donde los pastores se instalaron circunstancialmente.
En resumen, creemos que la etapa cultural en que encuadramos el principal conjunto de pinturas rupestres de este abrigo se halla sincronizado en un primer momento con las actividades de las gentes del Bronce inicial, portadoras de una corriente artística que se propagaría probablemente por la cuenca del Tajo. Habitats muy afines, en zonas montañosas ocupando el antiguo macizo Hespérico; valles abrigados abundantes en caza y productos vegetales espontáneos; presencia de metales —estaño, hierro—; son, entre otros, elementos de morfología y clima favorecedores de un género de vida pobre, con una economía de subsistencia. En un momento posterior, al filo ya del advenimiento de los pueblos invasores de la Edad del Hierro que importaron sus nuevas técnicas y revolucionaron en ciertos aspectos los sistemas de vida tradicionales, los pueblos de laszonas montañosas del occidente peninsular asimilarían más lentamente los nuevos sistemas de vida, conservando por más tiempo determinadas formas de arcaísmo.


Sierra de La Halconera, donde se haya el Risco de los Altares - laspain.com


miércoles, 12 de febrero de 2014

El relieve del dios Vestio Alonieco, Lourizán-Pontevedra

Dedicamos hoy la entrada a un teónimo galaico, el dios Vestio Alonieco, y a un relieve, en el que se representa su figura, aparecido en Lourizán, parroquia del concello de Pontevedra, localidad en la que también se hallaron dos aras vinculadas a esta divinidad. Se encuentra entre los conocidos como dioses astados o cornudos al estilo del celta Cernunnos, el griego Pan, el romano Fauno, el egipcio Osiris, etc, y por ese motivo se le ha comparado con Cernunnos, aunque, los cuernos parecen más de toro que de cérvido. Aparece representado, además de con cuernos, con los brazos en cruz y amplias manos abiertas. Se le ha comparado igualmente, por este último motivo, con el dios Lug, pues uno de los epítetos de este dios céltico es "el de la larga mano", y con las manos extendidas aparece Vestio Alonieco en este relieve, tal y como se ha dicho; además también se le identifica, con esta última divinidad, por su vinculación solar; así, en una de las aras mencionadas, aparecían representadas dos esvásticas, representación vinculada al astro rey, otorgándole, a buen seguro, como a Lug y a Cernunnos, la categoría de dios solar.  




*Fuente: Los pueblos de la Galicia céltica - Francisco Javier González García

La presencia en Lourizán (Pontevedra) de un relieve con representación antropomórfica en un lugar próximo a la aparición de dos aras dedicadas a Vestio Alonieco, ha llevado a relacionar ambos testimonios. La supuesta representación del dios consiste en un personaje cornudo, con mentón alargado y los brazos en cruz, rematados en amplias manos abiertas. Fue López Cuevillas el primero en relacionar esas manos desproporcionadas con el epíteto irlandés de Lug Lamfada "el de la larga mano", un calificativo también atribuido en la mitología india a diferentes héroes míticos. Más recientemente, J. C. Olivares ha profundizado en el estudio de nuestros testimonios. Según este autor, la presencia en una de las aras de Vestio Alonieco de dos esvásticas lo caracterizarían como un "dios solar", pues así suelen interpretarse las esvásticas en contextos votivos. Si a ello se añaden otros paralelos europeos en los que el disco solar aparece asociado a representaciones de personajes con brazos y manos en posición análoga a la de nuestro "ídolo", se puede concluir que "ambos registros iconográficos, las grandes manos abiertas y las esvásticas, tienen una misma significación que es acorde con las características de Lu-g-us". A continuación analiza el contexto de los dioses cornudos célticos, para acabar defendiendo la identidad de Vestio Alonieco con el Cernunnos galo, el dios solar de la cornamenta de ciervo, a su vez identificado con Lugus.
Y, sin embargo, nada más diferente a unos cuernos de ciervo que los representados en el relieve de Lourizán, más bien apuntados y sin indicios de cualquier ramificación. Por ello, otros autores prefieren ver en sus cuernos los atributos del toro.
En este sentido se manifiesta F. Marco en un reciente estudio sobre una estatuilla conservada en el Museo Arqueológico Nacional, en la que se representa a un Marte con casco tricorne y coraza con figura de toro. Ambos elementos, triplicidad y toro, evocarían ideas fundamentales dentro de la "cosmovisión céltica". Dentro de ésta, los cuernos se supone que expresan valores relacionados con la violencia y la virilidad, funcionando entonces como símbolos de fuerza -cuya vertiente militar ratificaría la panoplia de Marte-, pero también de fecundidad, abundancia y prosperidad, porque de tales atribuciones se reviste por lo general el toro en cuanto símbolo.


martes, 11 de febrero de 2014

La Ermita de Santa Lucía y el templo de Diana, Carabaña

Los lugares más cercanos, en muchas ocasiones, no dejan de deparar curiosidades y sorpresas, por más que hayas pasado por ellos, incluso hayas residido en la propia comarca, como es mi caso. En este caso, y a pesar de llevar ya unos cuantos años recorriendo la Comarca de Las Vegas, gracias, una vez más, al libro Guía Mágica La Mesa de Ocaña, que tanta valiosa información, sorpresas y conocimientos me está aportando, he sabido que la Ermita de Santa Lucía de Carabaña, población de origen prerromano, se ubica en el lugar que ocupó un templo consagrado a la diosa Diana. Se dice que se hallaron restos del mismo, pero, mirando en más libros y en internet, nada he encontrado en cuanto a si estos restos son visibles a día de hoy o existe alguna evidencia de los mismos; como siempre llamamos a la colaboración de las personas que por aquí pasen y habrá que visitar, de nuevo, esta población ribereña del "pequeño Tajo", el Tajuña, el antiguo Tagonium, para, in situ, recabar información al respecto y tratar de descubrir si todavía se puede contemplar alguna evidencia de lo que fue este antiguo templo. Al menos existe conexión entre Santa Lucía de Siracusa, mártil de los orígenes del cristianismo (siglos III y IV) y cristianización de distintas diosas de la Antigüedad, y la diosa Diana, pues se comenta que fue, entre otras, la heredera del culto a Artemisa, pudiéndose decir que Diana es la Artemisa romana.
De Santa Lucía se dice es "la portadora de luz", algo nada extraño cuando sabemos que Artemisa, de la cual proviene, era hermana gemela de Apolo, dios de la Luz, una diosa bastante compleja del panteón clásico griego, que, en Roma, como dije, fue asimilada por la diosa Diana, diosa de la caza, además de lunar, y que tuvo uno de sus templos en Carabaña, lugar que hoy ocupa la Ermita de Santa Lucía.
Por último hay que mencionar la fama, sobre todo en la primera mitad del siglo XX, comercializándose en gran parte de Europa y América, de la conocida como Agua de Carabaña, con propiedades medicinales  y cuyo poder curativo ya era conocido en tiempos de los romanos, si no antes.



*Fuente: Guía Mágica La Mesa de Ocaña - Antonio Martín Asperilla.

Continuamos nuestra ruta hacia Carabaña, al poco de pasar por el puente de origen romano encontramos la Ermita de Santa Lucía. como dijimos en otro momento dicha santa recibió los atributos y virtudes de otras deidades mucho más antiguas que ella, construyéndose su templo donde antaño había otro de una divinidad anterior. En el caso de la ermita de Carabaña está construida sobre un templo romano dedicado al culto de Diana, diosa virgen de la caza, los animales y las tierras salvajes, y más tarde diosa de la Luna. Obsérvese el arroyo que corre al lado de la ermita, que formaría parte desde siempre de un solo santuario.



lunes, 10 de febrero de 2014

Santa Brígida y la Campana Santa Bárbara, Fresno de la Vega

Seguimos con fiestas de mitad de invierno. La semana pasada hablamos de la celebración de San Blas, que se encuadra también en este periodo; hoy lo hacemos de Santa Brígida, una santa irlandesa de la que se dice fue la cristianización de la diosa Briga o Brigid y de la importante festividad céltica de Imbolc. Existen dudas en cuanto a si los no muy abundantes ejemplos de culto de esta santa en la Península Ibérica llegaron ya en su forma cristiana o si, por el contrario, esta antigua divinidad fue objeto de culto por estos lares con anterioridad. Es bien conocido que su culto estaba bastante extendido entre los pueblos celtas de las islas de Britania e Irlanda y también en Las Galias, pero, aunque se conoce que no lo estaba en igual medida en la Península, se duda de si verdaderamente se dio o no; no existe acuerdo entre los estudiosos de la materia. A pesar de ello, como ya indicamos en este blog, existen teorías por ejemplo que relacionan a esta diosa con el nombre de Cantabria. Haya o no conexión con el culto precristiano relacionado a esta diosa, sí es verdad que en algunos de los lugares en los que se celebra Santa Brígida existen muchos elementos de claro culto precristiano o pagano; así ocurre con su celebración en León y en algunos pueblos de alrededor. En estos festejos toman un importante protagonismo el toque de campanas para alejar tormentas, como el ejemplo que hoy traemos de Fresno de la Vega, comarca de Vega de Esla, y su Campana de Santa Bárbara, -se habla del Santo Tormentero o de los renuberos-, o las cuadrillas de mozos herederas, según se dice, de rituales de iniciación indoeuropeos. Fresno de Vega todos los 31 de enero, víspera de Santa Brígida, revive el toque de campana conocido como "Tente nube" (Tente nube, / tente palo, / que puedes tú / más que el diablo). Hacia las 10 de la noche se toca la conocida como Campana de Santa Bárbara de la torre mujedar de la localidad, para hacer desistir al reñuberu, ser mitológico, de traer tormentas y granizos perjudiciales para los campos y cultivos.
Extraigo un fragmento de un interesante artículo de la magnífica revista Folklore, en concreto de su número 293, en el que se describen las características de esta festividad en León y pueblos de alrededor.


Torre mudéjar de Fresno de la Vega donde se toca la campana Santa Bárbara - Cavallobos, panoramio.com

*Fuente: La fiesta de Santa Brígida en León: una celebración invernal preludio de la primavera. Nicolás Bartolomé Pérez. Revista de Folklore, nº 293 - año: 2005

La fiesta del día de Santa Brígida daba comienzo la víspera, es decir el 31 de enero al oscurecer. Durante toda la noche los mozos tocaban las campanas con la función de conjurar a los renuberos. El procedimiento de tocar las campanas con el fin de alejar las tormentas está bien documentado en León y en buena parte de España. La creencia en el poder mágico de las campanas se documenta en muchas comarcas leonesas pero relacionándose en muchos lugares más bien con Santa Bárbara. Por otra parte, la creencia en genios mitológicos de las nubes que provocan las tormentas y dirigen las tempestades, y que en León se denominan renuberos, reñubeiros y renubeiros, ha tenido vigencia en nuestra tierra hasta el siglo XX. Hay quien ha postulado que el renubero leonés, el nubeiro gallego y el nuberu asturiano pueden ser pervivencias folklóricas y degradadas de una antigua deidad de la tormenta y reguladora del tiempo atmosférico. En la fiesta de Santa Brígida leonesa se llevaba a cabo este singular rito de protección de las cosechas frente a la principal calamidad que las amenaza, y por ende la subsistencia de los campesinos, personificado en la figura del renubero. La funcionalidad de este aspecto de la celebración se manifiesta en este punto de manera clara.
Resulta pertinente detenerse en la fecha de celebración de la fiesta, el día 1 de febrero, situada a mitad del invierno y a medio camino entre el solsticio de invierno (21 de diciembre) y el equinoccio de primavera (el 21 de marzo). Como ya vimos, la fiesta de Santa Brígida es la primera celebración del pequeño ciclo festivo de principios de febrero donde se encuentra la Candelaria, San Blas, y las Águedas, y por esas fechas ya se percibe que los días son más largos y que los rigores del invierno se atenúan. Pero el interés de esta fecha va más allá de su significación estacional por el hecho de coincidir esta festividad con la del antiguo festival celta de Imbolc que se cristianizó colocando tal fecha bajo el patronazgo de Santa Brígida.
[...] José Luis Alonso Ponga señala que Santa Brígida es la fiesta de los mozos y corría a cargo de las organizaciones de éstos. A este respecto se hace preciso señalar la importancia que en León han tenido las organizaciones, asociaciones o cofradías de mozos como apuntó Caro Baroja. 
El estudio en profundidad de las sociedades de mozos en León y sus posibles precedentes prerromanos está por hacer, a pesar de que el insigne antropólogo Julio Caro Baroja apuntó reiteradamente el interés de dichas organizaciones. Eduardo Peralta ha destacado en diversos trabajos que el origen de este tipo de asociaciones de jóvenes que se mantuvieron con especial fuerza y protagonismo en tierra leonesa hasta el siglo XX, se halla en los männerbünde, cofradías de hombres solteros propias del ámbito indoeuropeo con funciones iniciáticas, guerreras y rituales cuya presencia se mantuvo en la mitología y en el folklore. Durante las fiestas propias del solsticio de invierno estas fratrías de jóvenes se disfrazaban de animales y tras nombrar un «rey» causaban el terror en sus aldeas invadiendo las casas, persiguiendo a las jóvenes y cometiendo pequeños hurtos de alimentos y grandes ruidos. Asociaciones de este tipo existieron en toda Europa como los calusari rumanos, los perchten centroeuropeos, los kallikantzari griegos, los gody eslavos, así como en la mitad norte de España donde tenemos las organizaciones de zamarrones, guirrios, campaneiros, cigarrons, etc. que tienen en común el estar constituidas por jóvenes que se enmascaran y disfrazan durante determinadas fechas vinculadas a las celebraciones invernales con el fin de promover la fertilidad de la tierra mediante la expulsión de los espíritus malignos, ahuyentándolos con el sonidos de los campanos y con los tumultos, depredaciones y luchas que libran. De entre estas cofradías de solteros Peralta destaca especialmente las asociaciones leonesas, como también hizo en otros trabajos Caro Baroja, en las que para ingresar en la sociedad los neófitos al llegar a cierta edad (generalmente los 15 años) debían de someterse a cierta celebración ritual con vino.



sábado, 8 de febrero de 2014

Petroglifos de El Lagar de la Hoya, Azabal-Casar de Palomero

Nos acercamos de nuevo a Las Hurdes, o a las inmediaciones de Las Hurdes, pues no encuentro unanimidad a la hora de encuadrar al municipio de Casar de Palomero, donde se encuentra la alquería de Azabal, a la que nos acercamos. En unos sitios aparece incluido en la comarca de Tierras de Granadilla y en otros en la de Las Hurdes. Se comprenda o no en Las Hurdes, al igual que en esta última comarca en la que abundan los petroglifos, hoy queremos constatar la existencia de un conjunto más en la misma línea que los hurdanos: los Petroglifos de El Lagar de la Hoya, que no son los únicos existentes en esta alquería. La cronología les adscribe a la Edad del Bronce y en la roca se representan desde una choza, dos empalizadas, figuras en forma de vulvas y en la parte inferior lo que parecen, tal y como afirma la fuente que aportamos, jabalinas y venablos. La choza pudiera ser una metáfora del poblado, o en un sentido amplio, de la comunidad humana que habitaba aquellos parajes, protegido con empalizadas y venablos de fuerzas extrañas amenazantes, no necesariamente de otros grupos humanos, sino quién sabe si de lo que ellos pudieran interpretar como fuerzas invisibles -la mala suerte o la mala fortuna- que pudieran dañar a la supervivencia del grupo; de ahí la representación de vulvas como símbolo de la fecundidad y de la supervivencia futura de la comunidad. Pero esto no es nada más que una simplista interpretación del que esto escribe, sólo ellos lo sabían y sólo ellos lo podrían explicar. No he encontrado ninguna fotografía que ilustre de manera clara el petroglifo, nada más que la que aporto, pero en breve visitaré la zona, con lo que espero fotografiar estos grabados.

Luis Benito del Rey-Ramón Grande del Brío

*Fuente: Estaciones de grabados rupestres en la comarca cacereña de Las Hurdes. Luis Benito del Rey-Ramón Grande del Brío.

A la parte superior del canchal, hay varios trazos sueltos, una figura que representa una choza, y otra más, que nosotros interpretamos como una empalizada, y, junto a la cual, hay una figura vulvar; debajo de las anteriores, aparecen dos cruciformes, uno de los cuales presenta forma de cruz invertida. A la izquierda de las anteriores, ha sido grabada una figura singular, aunque no infrecuente en otros petroglifos hurdanos. Consiste en un largo trazo longitudinal, rematado por otros mucho más cortos, entrecruzados. A media altura de dicho trazo longitudinal, hay otro, que enlaza con una figura de empalizada, como la anterior. Todo el conjunto, representa, probablemente, un tótem y guarda grandes similitudes con otro conjunto de figuras presentes en el petroglifo del Puerto del Gamo (Mohedas), así como, también, con el que aparece en el abrigo pintado del Risco de los Altares (Herguijuela de la Sierra, Salamanca). Más abajo de la figura totémica, hay tres representaciones de vulvas, picadas y con los labios y el clítoris claramente diferenciados. Esta clase de figuras no había sido descrita, hasta la fecha, entre los diversas representaciones de los petroglifos extremeños. Por último, indicaremos que se observan varios trazos sueltos, que cierran, por la parte inferior, el petroglifo. Bien pudieran representar alguna suerte
de armas arrojadizas, como jabalinas o venablos.


jueves, 6 de febrero de 2014

El monte sagrado de Mendaur, Ituren

Seguimos en la misma comarca navarra -Alto Bidasoa- para dejar constancia de otra montaña sagrada en la misma zona: el monte Mendaur en Ituren. Nos encontramos, de nuevo, en una zona muy rica en manifestaciones megalíticas del Pirineo navarro; hasta siete dólmenes y dos menhires se pueden visitar en sus faldas, destacando el menhir de Buztizko Lepoa y el dolmen de Baikuntzeko Etxola. La montaña está cristianizada a través de la Ermita de La Trinidad, del siglo XVII, que se halla en su propia cumbre a 1.131 metros de altitud. En esta montaña se celebraban aquelarres, lo que constituiría una prueba de reminiscencias de cultos paganos en esta montaña. Este monte ve marchar a sus pies, invierno tras invierno, a los Joaldunak de los que hablamos la pasada semana, pues, precisamente, fue la semana pasada cuando con sus cencerros pretendían despertar a la vida y la primavera por aquellos valles.

Monte Mendaur - Mírame Navarra Al Natural


*Fuente: Javier Urrutia, mendikat.net

Un rasgo poco conocido de este monte es su relación con presuntos Akelarres, pues ya F. Idoate citando un texto de 1.625 habla de las brujas del monte llamado Mendaurre. Sin embargo, da constancia de los ritos paganos que tenían lugar en esta misteriosa balconada sobre las arremolinadas aguas del Bidasoa. Hay que tener en cuenta que estos cultos alcanzaron un gran auge en aquel momento, ante los cuales las autoridades tomaron cartas en el asunto ajusticiando a los herejes, condenándolos con frecuencia al fuego purificador. Pero además también parece que algunos "fieles" tomaron la justicia por su cuenta y perpetraron crimenes contra supuestas brujas que celebraban sus reuniones en Mendaur.

El componente folclórico de mayor interés lo imponen los carnavales que se celebran en la zona. Los "Joaldunak" son los personajes que caracterizan esta fiesta en Aurtitz, Zubieta e Ituren. Ataviados con pieles de oveja llevan colgados sus cencerros ( joareak ) que hacen sonar con contundencia y al unísono con cada firme paso. No se sabe a ciencia cierta el signficado de estos cencerros, pero se piensa en un signifcado diferente al tradicional de localizar al ganado y ahuyentar a las alimañas. Tal vez en cada paso se despojan de los malos espíritus o el sonido es capaz de alejar los males, las brujas,...


El menhir de Iruñarri y el monte Elazmuño, Eratsun

Volvemos a Navarra, a territorio euskaldún, y nos acercamos a Eratsun, en el Alto Bidasoa, para visitar el monte Elazmuño. En la falda meridional de esta montaña, muy cerca de la cumbre (a 1.000 metros de altitud, por los 1.050 del monte) se encuentra el menhir de Iruñarri. Se sitúa en una ruta con tres estaciones megalíticas -Eskain, Maloa y la propia Iruñarri- con unos cuarenta megalitos censados entre dólmenes, menhires, crómlechs y túmulos. Nos encontramos ante un conjunto de montañas consideradas, a buen seguro, como sagradas por sus antiguos moradores. El monte Elazmuño o Iruñarri, pues también toma el nombre del menhir, constituye un auténtico mirador sobre las tierras y valles circundantes, incluida la bahía de Donostia. Alrededor del menhir existen distintas leyendas, que recogemos en el texto que traemos como fuente, además de otorgarle, a este monumento, la tradición popular el poder de la fecundidad, en rituales que se vienen repitiendo en otros muchos lugares alrededor de una piedra a la que se considera sagrada.

Menhir de Iruñarri - Alfonso Martinez, panoramio.com


*Fuente: José A. Perales - diariodenavarra.es

El menhir de Iruñarri se encuentra a 1000 metros de altitud, en la ladera meridional del monte Elazmuño. Es así como se conoce tradicionalmente esta cumbre de 1.050 metros que corona los altos de Ezkurra. Hoy, debido a la fama alcanzada por el menhir, el nombre habitual del monte en su conjunto es el de Iruñarri. Como señala el filólogo Mikel Belasco, la palabra viene del vasco harri "piedra" e Iruña, "Pamplona". Así que la traducción literal sería "la piedra de Pamplona". Varias leyendas afirman que este monolito fue lanzado hasta aquí por Sansón -otros dicen que por Roldán o por los gentiles-, desde el monte Igueldo de San Sebastián o desde el prado de Otsola (Beruete). Como suele decirse de otros monolitos, la piedra se quedó corta en su trayectoria y fue a caer en este emblemático rincón del Pirineo navarro.
El menhir marca con precisión los cuatro puntos cardinales. Además está ligeramente inclinado al mediodía, en una estudiada posición que parece tener en cuenta los movimientos del sol y la luna.
Debido en parte a su morfología, este menhir ha generado numerosas especulaciones y leyendas. En 1960, el investigador de megalitos Luis Peña Basurto apuntaba que la sombra que provoca el monolito forma una silueta humana que va moviéndose a lo largo del día o de la noche con la órbita cambiante de los astros. De ahí le vendría, dice, el nombre de Irudiarri: "piedra de la figura o de la imagen". Asimismo, se ha señalado la posible derivación de la palabra iruñarri de iruin "mango" y arri (piedra). Este ultimo dato parece aludir a la forma fálica de esta escultura prehistórica descubierta en 1927 por Juan Miguel Sansinenea.
Antiguamente, se atribuía a este menhir el poder de dar fecundidad a las mujeres estériles. También se le han colgado cuentos populares que se repiten en otros muchos pueblos. "En Leitza, solían comentar por ejemplo que los de Ezkurra intentaron derribar el menhir a huevazos", señala Belasco citando a Barandiarán. "Como es de suponer no lo consiguieron. Sin embargo, cuando uno de ellos le arrojó un huevo de gallina negra, les pareció que la piedra empezaba a sudar, lo que les animó a perseverar en sus afanes. Y en ello continuaron durante largo tiempo".
Hoy, como el menhir sigue en pie, los vecinos de Ezkurra y Eratsun, cuyos límites municipales confluyen cerca del monolito, han decidido que la piedra les representa.


Cumbre del monte Elazmuño tras el menhir - luberri.net

martes, 4 de febrero de 2014

San Blas: entre Solsticio y Equinoccio, Miraflores de la Sierra

Con un día de retraso, pues fue ayer 3 de febrero, queremos acercarnos a la festividad de San Blas. Los santos honrados con numerosas manifestaciones de culto o festejos en distintos lugares de la geografía, como es el caso, suelen esconder festividades ancestrales mucho más antiguas, anteriores al cristianismo, sobre todo en lo que hace referencia a los santos de tiempos originarios de la Iglesia, como ocurre con San Blas o Blas de Sebaste, que es del siglo IV. En estas fechas -finales de enero y principios de febrero-, antiguamente pueblos como el celta celebraban una de sus cuatro celebraciones más importantes, el Imbolc, que fue cristianizada con la figura de Santa Brígida, la cristianización de la diosa Briga, santa que tiene abjudicada como fecha el 1 de febrero. Dos días más tarde le corresponde a San Blas, en lo que deduzco puede ser también una cristianización de este momento o breve periodo que media entre el Solsticio de Invierno, celebrado a través de la Navidad, y el Equinoccio de primavera al que poco a poco nos acercamos.

Los conocidos como Perreros de San Blas de Miraflores de la Sierra - Carlos González Ximénez

Hoy, con el permiso de los mirafloreños y de las mirafloreñas, queremos desmontar una reciente leyenda que rodea a su festividad de San Blas. Uno de los elementos simbólicos más recurrentes en todos estos festejos, sobre todo entre las mascaradas invernales ibéricas, es el cencerro. Como ya dijimos el otro día en relación a los Joaldunak de Navarra, con estos, al hacerlos sonar, se pretende despertar la vida en los campos, atraer con ello a la primavera y ahuyentar a los malos espíritus. Este mismo ritual se da en Miraflores de la Sierra, población serrana -en la Sierra de Guadarrama- de la comarca de la Cuenca Alta del Manzanares, aunque aquí se cuenta la leyenda de que, durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas que se encontraban acantonadas en Colmenar Viejo atacaron y saquearon Miraflores, haciendo noche tras la toma del pueblo junto a la Ermita o Humilladero de San Blas; esto fue aprovechado por las vecinas y vecinos del pueblo, además de por los guerrilleros escondidos en los bosques y las sierras cercanas, que ataviados con cencerros a su espalda simularon una fuerte estampida de ganado, lo que asustó e hizo huir a los franceses. Según se cuenta de aquí viene la tradición mirafloreña de los conocidos como perreros desfilando en San Blas disfrazados con cencerros a la espalda.
En mi opinión, sin restar interés antropológico a esta leyenda contemporánea, no parece creíble que el ejército más fuerte del momento huyera por una estampida de ganado y, más bien, creo que esta tradición viene, a buen seguro, de mucho más atrás, pues es muy similar a todas las mascaradas y fiestas invernales en las que el cencerro, como he dicho, ocupa un papel importante. Que me perdonen los mirafloreños y mirafloreñas, pero esto más que restarle verosimilitud a su celebración, le otorga un origen mucho más lejano y honra a los paisanos de este pueblo anteriores a este acontecimiento histórico de inicios del siglo XIX, que seguramente ya celebraban esta festividad de un modo más o menos similar con el uso de cencerros, aunque esto no deja de ser una especulación del que esto escribe.
De nuevo he usado, para ilustrar la entrada, una fotografía de Carlos González Ximénez, uno de los mejores fotógrafos sobre festividades de interés antropológico que existen en la Península Ibérica, pues ha hecho magníficos reportajes fotográficos de celebraciones tanto del Estado español, como del portugués.


lunes, 3 de febrero de 2014

Santuario de Mulva-Munigua, Villanueva del Río y Minas

Al norte del municipio de Villanueva del Río y Minas, en la comarca de Vega del Guadalquivir, se encuentran los restos de lo que fue la ciudad de Munigua, ya en las primeras estribaciones meridionales de Sierra Morena. Encuentra su origen en época prerromana, en la segunda mitad del primer milenio a. C., en concreto en el siglo IV a. C. y prolonga su ocupación hasta el siglo VIII con un asentamiento islámico, aunque la ciudad ya había entrado en decadencia desde el siglo IV. Conocemos su nombre por una inscripción con la siguiente expresión: Municipio Flavio Muniguense. En lo que fue esta antigua ciudad existen distintas manifestaciones sacras, como el conocido como Templo del Podium, el altar dedicado al dios Mercurio, el monumento al Dis Pater en el foro, divinidad que posteriormente fue sustituida por Plutón, o la escultura de una ninfa en las termas. Pero de entre todo este conjunto queremos dar mayor protagonismo al conocido como Santuario de Mulva o Santuario de Terrazas en su acrópolis. Se le llama así porque la tradición popular siempre nombró a esa construcción como Castillo de Mulva, a pesar de que desde el siglo XVIII se sabe, a través de estudiosos de la Academia de Buenas Letras de Sevilla, que fue un antiguo templo o santuario; también se le conoce como "de Terrazas" por estar su construcción aterrazada. Sobre su consagración no hemos encontrado ninguna información que nos aclare si estaba, por ejemplo, consagrado a Júpiter, la mayor de las divinidades en importancia del panteón latino, a otra divinidad o si estaba dedicado al culto imperial, como se nos dice de muchas de estas construcciones principales. Destaca su construcción en una terraza artificial a base de altos muros de contención con gruesos contrafuertes hacia el lado Este que llaman bastante la atención por su buena conservación. La lejanía de poblaciones importantes quizás haya salvado mucha piedra de este yacimiento de posibles reutilizaciones que podrían haberse dado, como ocurre con tantas otras ciudades romanas.


Santuario de Mulva - Wikipedia

*Fuente: Los templos romanos de Munigua, Theodor Hauschild (1991)

  En su cumbre se levanta el monumental santuario, construido artificialmente sobre tres plataformas sobrepuestas, con su celia en lo alto, una gran exedra y patios en la plataforma intermedia y una tercera plataforma inferior, a la cual se sube por medio de grandes rampas. Delante del santuario se encuentra, en un nivel más bajo, un templo del tipo de podio, construido en una pequeña plaza o patio rodeado de un pórtico. Su construcción en una terraza artificial a base de altos muros de contención con gruesos contrafuertes destaca en una vista general de la parte Este del cerro y domina la otra terraza construida más abajo para el foro. [...] De los cuatro edificios de culto religioso, encontrados en Munigua hasta ahora, el gran santuario destaca por su forma peculiar y domina completamente la colina y los otros edificios del municipio. Llamamos santuario a este edificio porque consta no sólo de un templo con su celia sino también de otros elementos divididos en terrazas que forman un conjunto. Existen dos entradas a este conjunto, accesibles por dos calles en forma de rampas en las partes Norte y Sur de la colina. En el Norte la rampa conecta con la calle que sube desde el forum en dirección a las casas situadas en el Norte del santuario. La otra rampa en la parte Sur es más pronunciada en su inclinación. Supongo que sólo la rampa Norte con su inclinación menos pronunciada sirvió entonces para la subida de los animales para el sacrificio.

Croquis de Theodor Hauschild que recrea al Santuario de Mulva.


 
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