sábado, 31 de enero de 2015

Pinturas rupestres del Risco de la Zorrera, El Raso-Candeleda

Ya estuvimos en El Raso, pedanía de Candeleda, en la comarca de Arenas de San Pedro, en la vertiente meridional de la Sierra de Gredos, para visitar el castro vettón allí existente. Muy cerca de este castro, existen dos paneles de pinturas rupestres, de arte esquemático, no muy abundante en la geografía abulense, que están datados, a caballo, entre el Calcolítico y la Edad del Bronce, conocidos como las Pinturas rupestres del Risco de la Zorrera. El conjunto se compone de antropomorfos, representaciones de cuadrúpedos y distintos signos, como ancoriformes, reticulas o ramiformes.

Foto: rutasaranuelas.blogspot.com

Las figuras aparecen pintadas, principalmente, en dos colores: rojo violáceo y siena claro. De una de las escenas se dice que puede representar un banquete y otra un redil para cercar al ganado. Poca información hemos encontrado sobre las mismas y, por tanto, nos quedamos con las ganas de poder visitar in situ el enclave y ampliar conclusiones, desde nuestros humildes conocimientos; al menos ampliar con documentos gráficos.


Petroglifos de Outeiro dos Lameiros, Baiona

Nos acercamos a uno de los conjuntos rupestres de grabados y petroglifos más importantes de Galicia, lo cual es mucho decir, por la gran abundancia de los mismos en aquella tierra. Hablamos de los Petroglifos de Outeiro dos Lameiros, en Baiona, comarca de Vigo, compuestos de varios grupos, con cazoletas, diversos motivos geométricos, como círculos simples, compuestos y concéntricos, lo que parece un antropomorfo, y destacando, por delante de todos los grupos, una roca vertical con la representación de 78 caballos, un escaleriforme y lo que parece una representación solar. Se les otorga una antigüedad de 4000 años, resultando muy emocionante encontrarse ante un lugar como éste, donde nuestros antepasados plasmaron sus cultos, simbolismos e ideas de la trascendencia.

Foto: oestrymnio.blogspot.com

*Fuente: Francisco Javier Torres Goberna - oestrymnio.blogspot.com

El grupo que describo a continuación es el más importante de todos. A diferencia de los demás que se hallan sobre rocas horizontales, este se grabó sobre una superficie vertical de 15 X 5 m y aparecen representados alrededor de 78 caballos que se desplazan de izquierda a derecha, escenas de equitación, un escaleriforme,  una estrella de seis puntas de clara simbología solar, cazoletas, círculos concéntricos y una extraña figura central de forma ovalada, con apéndices, divisiones internas y cazoletas, que constituye una representación única en el arte rupestre gallego.
[...] En conclusión, la estación arqueológica de Outeiro dos Lameiros constituye un yacimiento sumamente interesante, sin duda uno de los más importantes de Galicia, por lo que recomiendo su visita a todas las personas interesadas en nuestra prehistoria.


jueves, 29 de enero de 2015

La Botarga del Niño Perdido, Valdenuño Fernández

El pasado año hablamos de la fiesta de Las Botargas y Mascaritas de Almiruete, en la comarca de la Sierra norte de Guadalajara; hoy nos acercamos a un lugar bastante cercano, en la vecina comarca de Campiña del Henares, para hablar de La Botarga del Niño Perdido, en Valdenuño Fernández. Esta fiesta, relacionada con los ritos invernales, de los que emana también el propio Carnaval, tiene como protagonista principal a La Botarga, personaje muy colorido que representa el jolgorio de la próxima primavera que está por llegar. Como todas estas fiestas, con el transcurrir de los siglos fue cristianizada, para pasar a convertirse en un sincretismo que nos recuerda, en cierto modo, a esos rituales existentes al otro lado del océano, donde se mezcla lo precolombino, con lo cristiano en algunos países iberoamericanos, como, por ejemplo, Méjico.
En esta festividad, además de La Botarga, las ancestrales danzas del paloteo también hacen acto de aparición.
Pero dejemos que sea un texto extraído de la magnífica web "A Salvo del Olvido" quien nos cuente.

La Botarga y los danzantes - asalvodelolvido.es

*Fuente: asalvodelolvido.es

Entre la niebla se escuchan los cencerros. Son las 9 de la mañana del domingo después de Reyes. Comienza La Botarga. 8 danzantes serán los encargados de “palotear”,  uno el encargado de marcar el ritmo con el tambor y “el botarga” con máscara, vestido de colores, de manera tosca y con cencerros a la espalda será el encargado de asustar a la gente y de recaudar dinero.
La “botarga”, morrache, guirrio, sidro, zamarrón o zamarraco es un personaje de origen pagano, procedente de la mitología celta prerromana, que fue incorporado a las festividades católicas como representación del jolgorio y de la lujuria o incluso del mal. Muchas de las fiestas cercanas al carnaval cuentan entre los personajes con “botargas” aunque reciban diferentes nombres. El caso de Valdenuño Fernández es llamativo también por el nombre de “La Botarga del niño perdido” , que hace referencia a una leyenda del S. SXVII en la que se perdió un niño el día de Reyes y que apareció finalmente en la iglesia. La fiesta comienza cerca de las 9, cuando los 10 mozos van casa por casa preguntando por el niño perdido… y ya de paso probando los dulces y el pacharan que la gente del pueblo les tiene preparado, agasajándolos con breves paloteos. 
A la 1 y media tiene lugar la misa, en la que los mozos y también el botarga, lo que es bastante llamativo, entran a la iglesia. Lo normal es que estos personajes que simbolizan el mal se queden a las puertas de la Iglesia. Dentro el botarga hará saltar por los aires el cesto con la recaudación de misa y dará comienzo al espectacular paloteo después de arrodillarse ante la imagen del niño perdido. Después de comer, una breve procesión recorrerá la calle principal llevando en andas la imagen y de vuelta a la iglesia  y tras otro paloteo en el templo los danzantes lanzarán naranjas a La botarga y ya de paso al resto de asistentes.


Foto: descubrecastilla.blogspot.com



La Estela de Kurutzetako Ama Birjina, Forua

Nada conocemos sobre el origen de la Estela de Kurutzetako Ama Birjina, si fue descubierta y en qué momento, si siempre se encontró visible, como ocurre en otros casos, hasta su musealización, si fue llevada a un lugar en concreto para reutilizar la piedra, etc. Lo que sí sabemos es que pertenece al municipio vizcaíno de Forua, en la comarca de Busturialdea, y que posteriormente fue llevada al Museo Histórico Vasco de Bilbao, habiendo una reproducción en Baldatika, población del propio municipio de Forua. La pieza es muy curiosa, porque en muy distintos momentos, el ser humano ha ido dejando en ella su huella. Fue ara prerromana, romana, además de en la Edad Media y en la Edad Moderna; un auténtico libro de historia en forma de grabados.

Reproducción colocada en Baldatika - Foto: urdaibai.org

*Fuente: urdaibai.org

Hemos podido comprobar la existencia sobre las tres caras de la estela de dos tipos diferentes de incisiones: una de grabado grueso y profundo, utilizado para abrir los motivos antropomorfos y discoideo que se encuentran centrados en las caras que ocupan; y otra, infrapuesta a la anterior, de naturaleza más fina y menos profunda, destinada a dibujar los motivos geométricos a base de líneas paralelas y figuras circulares que en todos los casos se presentan incompletas.
Esta sucesión de trazos marcados en la pieza son evidencias de las diferentes épocas y usos por los que ha pasado la estela de Kurutzeko Ama Birjina. Realmente se pueden diferenciar dos grandes etapas, que coinciden con las dos variantes presentadas por las incisiones: la medieval-moderna y la romana.
[...] No se conserva la totalidad de la estela original, solamente parte de la mitad superior, lo que explica que las decoraciones se presenten incompletas. Para conocer la forma y la iconografía de la pieza hemos de acudir a aquellas otras con las que presenta grandes semejanzas. Estas son las estelas localizadas en Andra Mari de Jainko (Arrieta) y Andra Mari de Parezi (Busturia). Se trata, en ambos casos, de estelas funerarias cuya iconografía (tipo T4) pertenece a un conjunto epigráfico más complejo, en formas y decoraciones, difundido en Bizkaia. Su cronología se sitúa entre finales del siglo I a. C. y los primeros siglos de la presencia romana (s. I-III d. C.). Se trata de una producción que se desarrolla bajo el influjo romano, en técnicas de talla y en estereometría del soporte, pero que porta unos elementos decorativos autócotonos, propios de la sociedad local de tradición indígena. Es por tanto un fragmento de una estela funeraria indígena, tallada ya en época romana, procedente de la necrópolis de un castro próximo, quizás el de Kosnoaga en Gernika-Lumo.

Distintos grabados del ara - Foto: urdaibai.org


lunes, 26 de enero de 2015

Las cazoletas del Monte Pindo, Carnota

Ya nos acercamos en los inicios de este blog al que dicen el "Olimpo celta". Éste no es otro que el Monte Pindo, el cual se encuentra en el concello de Carnota, en la comarca de Muros, en plena Costa da Morte. Pero, en aquella ocasión, mencionamos, de pasada, la existencia de cazoletas en su cumbre, aunque sin ilustrar la ficha con ninguna foto de las mismas y bien merece la pena hacerlo, pues éstas son espectaculares y de un gran tamaño, además de mostrar la gran sacralidad que residía en ese monte para los moradores de aquellos pagos y, a buen seguro, de otros bastantes más lejanos; no obstante nos encontramos en la mágica Galicia, y, más en concreto, cerca del epicentro de la finalización de la antigua ruta de iniciación denominada, con la cristianización, como Camino de Santiago, que, como bien se sabe, no finalizaba en Santiago de Compostela, sino en el Finisterrae, a donde se iba a ver morir al Sol, para, posteriormente, a la vuelta, verle renacer cada mañana, siendo otra persona, que era de lo que se trataba.
No sabemos si merece o no este monte el calificativo de "Olimpo celta", quizás sea fruto de una exageración romántica no malintencionada, pero lo que sí sabemos es que las huellas de culto que en él se manifiestan, nos hacen deducir que nos encontramos en una montaña sagrada, venerada, casi seguro, mucho antes de la existencia de celtas por dicha tierra.

Foto: Epifanio Alcañiz Rubio

*Fuente: 20minutos.es

Dice la leyenda que las rocas del Monte Pindo fueron talladas por los antiguos celtas. Puede que este sea el origen del sobrenombre de esta mole granítica: el Olimpo Celta.
El monte Pindo es el olimpo celta de la leyenda que nos conduce por entre guerreros pétreos hasta imaginarias fortalezas que vigilan el fin del mundo.
Si quieres llegar hasta el te esperan hasta el 4 horas de dura subida por un sendero agestre de unos 10 km y, al final, la recompensa de haber llegado a la cima desde la cual los dioses celtas contemplan el mundo.



sábado, 24 de enero de 2015

La Luminaria, Collado Villalba

Seguimos por la Sierra de Guadarrama siguiendo la huella de "luminarias". Hoy nos acercamos a la que llaman la "capital" de la "sierra madrileña": Collado Villalba. Allí, como en las poblaciones que hemos traído al blog en las últimas fechas, tienen igualmente su propia Luminaria, celebrada, como otras muchas, el día de San Sebastián. Poco se puede añadir que no se haya dicho en las anteriores fichas, más allá de que nos encontramos ante una fiesta de claro origen pagano; origen al que hace incluso referencia el medio digital que aportamos como fuente.

elfarodelguadarrama.com

*Fuente: elfarodelguadarrama.com - 19/01/2015

Un año más, todos aquellos vecinos que lo deseen pueden acercarse a la plaza de El Titi para participar en la tradicional Luminaria en honor a San Sebastián, organizada por la Cofradía de San Blas el 20 de enero. La fiesta, de origen pagano, es una de las más queridas por los vecinos de Collado Villalba Pueblo, ya que además de quemar todo lo malo en una gran hoguera, luego degustan el vino y los chorizos que los cofrades han preparado, a partir de las 18.30 horas. Además, se ha organizado una actuación en El Capricho del grupo de dulzaina y tamboril Los Castellanos. Aunque el origen de esta celebración es bastante incierto, sí hay constancia de la veneración a San Sebastián desde hace siglos, como así lo testifica la aparición en su día de una ermita próxima a lo que hoy es el cementerio municipal. Hace décadas los más jóvenes recolectaban todo tipo de enseres para hacer una gran hoguera en la plaza del Ayuntamiento, que iba acompañada por una cencerrada por las calles del municipio.



La Endiablada, Almonacid del Marquesado

En nuestras referencias a las fiestas y mascaradas invernales, no podía faltar una de las más conocidas: La Endiablada de Almonacid del Marquesado. El gran Julio Caro Baroja realizó un cortometraje documental en 1964 sobre esta festividad, documental que facilitamos más abajo en esta misma ficha. De este gran antropólogo, extraemos unas líneas donde conecta esta fiesta y la celta de Imbolc, pues ambas se celebraban -y se celebra en lo que hace referencia a La Endiablada- en las mismas fechas, aquéllas que están a medio camino entre el Solsticio de Invierno y el Equinoccio de Primavera y que se aglutinan en torno a la Candelaria y San Blas. Así, La Endiablada, se celebra los días 1, 2 y 3 de febrero en honor, precisamente, a la Virgen de la Candelaria y a San Blas, la cristianización del antiguo Imbolc y de la generalidad de festividades celebradas en este periodo de mitad de estación. Los "diablos" danzan por las calles, haciendo sonar enormes cencerros que tratarán de despertar a la aletargada Naturaleza, además de portar lo que se conocen como "porras" y que el propio Julio Caro Baroja nos comenta que algunos identifican con la cultura de las cabezas cortadas célticas. No son otra cosa que una especie de bastones que portan los "diablos", con la representación de una pequeña cabeza en la parte superior.

Foto: repositorio.turismocastillalamancha.com

*Fuente: Julio Caro Baroja

Hemos de referirnos a la festividad céltica de Imbolc, que se celebraba el día 1 de febrero en honor de la diosa Briganti, en la que el fuego sagrado purifica la tierra y el sol primaveral renace tras el invierno, además de proteger los rebaños nacidos en la primavera. Algunos elementos que pueden tener su origen en el mundo céltico, además de la coincidencia en las fechas, son los cencerros, propios de una sociedad pastoril, junto con la porra, en la cual algunos han visto una reminiscencia de la costumbre céltica de empalar las cabezas de sus enemigos en la lanza del guerrero.





El León íbero de Nueva Carteya, Nueva Carteya

Cuando, a principios del siglo XX, se construía una carretera que unía Montilla con Córdoba, en Nueva Carteya, en la comarca de Campiña Este - Guadajoz, se halló una muestra más del rico arte escultórico íbero, el conocido como León de Nueva Carteya. En concreto, nos encontramos en lo que fue territorio de antiguos turdetanos, aquellos que ocupaban parte de lo que anteriormente se dice fue territorio tartesio. El león es un animal bastante representando por el arte íbero, a pesar de no existir en aquellos tiempos por estos lares. Normalmente formaban parte de los conjuntos escultóricos funerarios y pretendían, según se cuenta, amedrentar a los malos espíritus que pudieran merodear o molestar a los difuntos. Se puede contemplar en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba.

Foto: españaescultura.es

*Fuente: españaescultura.es

El león es el animal más frecuentemente representado y dotado de una carga simbólica mayor, ya que las culturas de la antigüedad mediterránea lo relacionaban directamente con la realeza. Se supone que estaban destinados a proteger las sepulturas de personajes poderosos dentro de su comunidad. Estas representaciones estaban dotadas además de un cierto carácter mitológico, casi fantástico, ya que estos animales no vivían en estado natural en la Península Ibérica. Suelen representarse con la boca abierta, dotada de grandes colmillos entre los que asoma la lengua, en una actitud pretendidamente amenazante. No se debe olvidar que cumplen una función clara: amedrentar a los malos espíritus o a los saqueadores de tumbas. Esta figura se data en el siglo IV a.C.



martes, 20 de enero de 2015

La Luminaria, El Boalo

Hace bien poco nos acercamos, en el blog, a El Boalo para hablar del Túmulo de las Vegas del Samburiel. Hoy día 20 de enero volvemos para hablar de la fiesta que hoy mismo celebran, San Sebastián, santo con el que cristianizaron, junto con otros, festividades invernales, de culto al Sol y a la Naturaleza. Al igual que en la cercana Frenedillas de la Oliva, en El Boalo también celebran su Luminaria. Una gran hoguera se enciende por la noche, como representación o recreación solar con la que dar fuerza al astro, para que permita la llegada de la floreciente primavera. La luz va ganando poco a poco terreno a la oscuridad y esto viene siendo celebrado desde bien antiguo, pues, sin restar veneración a la noche y a su magia, la luz del Sol, renacido tras el Solsticio, será la que ilumine y caliente los campos aletargados durante el invierno, ayudándonos con sus cosechas a preservar la vida, en un ciclo inagotable y generoso de la madre Tierra.
Mientras tanto, hasta que esto ocurra, las boaleñas y boaleños se contentarán con un rico y calentito chocolate que ahora mismo estarán disfrutando, lo cual no es poco.

El Fuego y su gran simbología esta presente en estas fiestas invernales - quintopretoriano.blogspot.com


*Fuente: boalo.blogspot.com

Una tradición de El Boalo recuperada recientemente dentro de la celebración de la festividad de San Sebastián es la denominada “La Iluminaria”.
Por la noche, se llevaba gran cantidad de leña a la plaza y se amontonaba para prender una gran fogata: “La Iluminaria”. Ésta tras ser encendida era rodeada por todos y se bailaba en torno a ella al compás de la música
Hoy en día, apenas ha variado nada. Se prende una hoguera o luminaria y en una carpa, montada en la plaza para resguardar a cubierto los festejos, se sirve a todos los que asisten un chocolate con leche, animado con anís y las típicas tortas de chicharrones para combatir los rigores de la fría noche serrana. Luego, todos contemplan el fuego de la gran pira, alejándose del intenso calor que desprende y de las llamas que se elevan al cielo entre sonoros chisporroteos, hasta que toda la leña queda convertida en brasas encima de la capa de tierra que se echa para que el calor desprendido por la hoguera no dañe el pavimento de la plaza.


lunes, 19 de enero de 2015

Las Tuerces, Pomar de Valdivia

Hoy nos acercamos a Pomar de Valdivia, junto a la comarca de Montaña Palentina, a pesar de que no se incluye a La Valdivia en ella, siendo considerada como una comarca natural entre la propia Montaña Palentina y La Lora burgalesa. En este municipio -Pomar de Valdivia- se encuentra un conjunto pétreo de singular belleza: Las Tuerces. El paraje en sí, y las sugerentes formas de las rocas que lo componen, hacen sospechar que ese lugar pudo ser un antiguo lugar de culto, pues no pudo pasar desapercibido para sus antiguos moradores o para, lo que es lo mismo, nuestros antepasados prehistóricos y protohistóricos de aquellos pagos. Y por pesquisas realizadas con posterioridad a haber leído sobre este lugar, no ha ido desencaminada la intuición que la contemplación en fotografía de este paraje ha producido a quien estas líneas escribe.
No he visitado, aún, in situ Las Tuerces, con lo que me he informado a la distancia y no he encontrado ninguna referencia en cuanto a posibles huellas en forma de cazoletas, piletas o estructuras en forma de altar, pero sí que se han hallado restos del Paleolítico Medio, de la Edad del Bronce e incluso de la Edad Media, además de otra importante referencia que ha confirmado mis sospechas, que dice que en Cueva Rubia, en las propias Tuerces, hubo un "santuario natural", con huesos humanos a modo de ofrenda, más que de lugar de enterramiento.
Una cruz, sobre una gran roca en forma de seta -de las varias existentes-, conocida como Peña Mesa, nos pone también sobre la pista de que Las Tuerces esconden un pasado cultual bien antiguo. Otra de ellas, igualmente con forma de seta, al estilo de los tormos bien conocidos de la Ciudad Encantada de Cuenca, contiene un agujero, que bien pudiera recordar a un ojo, del que no sabría decir si es capricho natural u obra de la mano del ser humano.
El lugar, por lo que parece, bien merece una visita.

Peña Mesa - Foto: aguilardecampooturismo.files.wordpress.com


*Fuente: pomardevaldivia.es

Las Tuerces son el más conocido representante de los paisajes cársticos tan abundantes en esta zona de la Montaña Palentina. Los ríos y arroyos, el agua de lluvia, el viento, el hielo, el sol, han sometido a la roca caliza a un acoso paciente y constante, formando grutas, cañones, valles hundidos, setones, dolinas, lapiaz… y regalándonos como resultado, con parajes como la Horadada o el recóndito valle de Recuevas, cercano al pueblo de Gama, cuyas verticales paredes rocosas se han mostrado especialmente apropiadas para la formación de los jóvenes escaladores.
[...] La casualidad y también la abundancia, han querido que aparezcan aquí restos de las distintas civilizaciones que han poblado estas tierras desde tiempos remotos. En alguna de las grutas y cavidades colgadas de las paredes rocosas de la Horadada y las Tuerces (Cueva Corazón, Cueva Rubia, Cueva Tino), se han localizado materiales que datan desde el Paleolítico Medio y la Edad del Bronce hasta la Edad Media.

Foto: torresquevedo.org

viernes, 16 de enero de 2015

La Luminaria, Moralzarzal

Continuamos con fiestas invernales. La Luminaria de Moralzarzal, población de la Sierra de Guadarrama, es otra festividad con tintes ancestrales que hemos conocido gracias a nuestro amigo Daniel Salmador, del grupo de dark neo-folk, Keltika Hispanna. Los mozos del pueblo, que han contraído matrimonio el año anterior, suben al monte a por la leña que quemarán en la hoguera, bajando con ella corriendo y haciendo sonar los cencerros. Aquí confluye, además del fuego, el cencerro, una vez más, tan típico en las mascaradas y festejos de invierno, pero además, estos mozos bajan del monte, tratando de anunciar, con adelanto, la llegada de la primavera y el despertar de la Naturaleza, como comentamos ayer para la fiesta de Fresnedillas de la Oliva, también celebrada en la fecha de San Sebastián, santo con el que la Iglesia, cristianizó algunos de estos festejos, de claro raigambre pagano. Casi siempre, la "buena nueva" venía del monte, de la más profunda Naturaleza.

Foto: noticiasnoroeste.es

*Fuente: Hans Klobuznik, blogdefloreshans.blogspot.com

En la noche del 19 de enero, víspera de San Sebastián, patrón de las enfermedades y la peste, se celebra en el Parque del Raso de Moralzarzal (Madrid) la fiesta de la Luminaria. El principal atractivo de esta fiesta es el fuego, un elemento al que los castellanos medievales atribuían propiedades mágicas y purificadoras. Ellos realizaban ritos de fuego tanto para ahuyentar a los malos espíritus como para proteger las mieses.

Hoy en día la Luminaria es una hoguera gigante situada en una plaza pública, la cual está en una zona muy céntrica, junto a la iglesia y fácilmente accesible en el pueblo. Se dice que el humo y el fuego son purificadores y que tienen efectos mágicos. Esta tradición viene de cuando los mozos esposados el año anterior subían al monte por leña y la bajaban corriendo, y para hacerse paso tocaban varios cencerros entre sí.
Llegados al pueblo amontonaban la leña en una enorme pila, bailando y corriendo a continuación por el pueblo con los cencerros atados a su cintura. Al caer la noche prendían fuego a la pila de leña, bailando y cantando alrededor de esta hasta la madrugada. Ya cuando la leña empezaba a consumirse y quedando solo un gran montón de brasas, los más atrevidos y agiles saltaban sobre ellas. Hoy también lo intentan al final algunos.
En la actualidad a las 8 de la tarde prenden fuego a la leña y mientras los vecinos ven arder jaras, troncos y ramas, y se calientan en la fría noche de enero, un grupo de desinteresadas y trabajadoras mujeres de la localidad, ofrecen gratis a vecinos y visitantes chocolate líquido calentito, churros y bizcochos.
¡Ojalá sigamos manteniendo así las fiestas tradicionales y que nunca se pierdan como otras tantas en el olvido!


jueves, 15 de enero de 2015

Fiesta de La Vaquilla, Fresnedillas de la Oliva

En la comarca de la Cuenca del Guadarrama, se encuentra Fresnedillas de la Oliva. En esta población hubo asentamientos desde época prerromana y, de esta época, a buen seguro, vienen festejos como el que hoy traemos, relacionados con las celebraciones invernales. Se trata de La Fiesta de la Vaquilla, que se celebra todos los días 20 de enero, coincidiendo con el día de San Sebastián y donde vuelven a aparecer elementos simbólicos como los cencerros, con los que se tratará de despertar a la Naturaleza, en este caso al Sol, según se dice, además de constituir también un  rito de iniciación. Al igual que ocurre principalmente en otras fiestas invernales, como las mascaradas, una serie de personajes irán desfilando junto a la Vaquilla, que es el personaje principal de este festejo, de ahí que tome su nombre.

Foto: asalvodelolvido.es


*Fuente: asalvodelolvido.es

Fresnedillas celebra “la fiesta de la Vaquilla” Pero ¿qué es la fiesta? la fiesta celebra el paso a la edad adulta de los mozos y además está muy vinculada al sol… Posteriormente fue cristianizada por lo que hoy es un ejemplo único de sincretismo. 
La fiesta de Fresnedillas es quizá una de las mejor conservadas en el catálogo de fiestas prerromanas de España, por lo que se está tramitando su declaración cómo bien de interés cultural. Se celebra el día 20 de enero coincidiendo con San Sebastián. La fiesta comienza a las 00:00h. cuando los mozos, llamados “judíos”, ataviados con monos de flores y con cencerros a la espalda bajan a la carrera un carro de las afueras del pueblo para colocarlo en la plaza del pueblo, donde tendrá lugar la mayor parte del acto.

A las 12 los judíos irán a misa liderados por “la vaca” , el protagonista de la fiesta: un mozo con un armazón con cuernos y rabo de vaca que simboliza de una manera rústica al animal. Irán acompañados también de las autoridades y antagonistas de ese día: El Alcalde y el Aguacil, dos mozos vestidos de manera elegante  y con sombreros adornados con cintas y perlas.
También irán los personajes más chistosos que son llamados “la guarrona” y el “escribano”, un matrimonio representado por dos mozos que se encargan de amenizar los descansos , recaudar entre forasteros y poner el toque de humor y casi carnavalesco.Tras una impactante procesión dónde se mezcla lo pagano y lo cristiano, todo el pueblo baja a la plaza, dónde empieza la lucha entre “la vaquilla” y “los de los sombreros” como se llama también al alcalde y aguacil.
La vaquilla debe “cogerles” como si de una vaca de verdad se tratara y ellos deben evitarlo. Mientras este pilla-pilla tiene lugar, los judíos siguen haciendo sonar sus cencerros dando vueltas a la plaza.
Se para a la hora de comer y a las 16h. se retoma para acabar con el ritual: cuando se empieza a poner el sol se ata a la vaca y a las 6, cuando ya oscurece “se mata a la vaca” un disparo al aire hace el mozo lancé su armazón y se tire al carro a beber “la sangre de la vaca”.
Y así acaba la parte central de un rito complejo y extraordinariamente bien conservado, hasta el año que viene…porque el día 20 de enero San Sebastián lo primero.

Foto: asalvodelolvido.es

miércoles, 14 de enero de 2015

Dólmen da Orca, Fiais da Telha - Oliveira do Conde - Carregal do Sal

En la aldea de Fiais da Telha, perteneciente a la freguesía de Oliveira do Conde, en el concelho de Carregal do Sal, encontramos el Dolmen da Orca. Éste se encuentra cerca de otros dólmenes, formando un conjunto megalítico muy interesante y siendo el de mayor tamaño de todos ellos. Algunas piedras de este dolmen presentan huellas de haber sido trabajadas. En concreto, una de ellas, apartada del conjunto, contiene una serie de agujeros, por lo que se cree pudo ser utilizado durante un tiempo como puerta que sellaba el corredor de entrada a la cámara.

Foto: Arenas - celtiberia.net
El dolmen está datado por los estudiosos del mismo en el Neolítico. Como siempre, ante este tipo de monumentos, surgen las dudas del uso que pudieran tener, más allá de su función funeraria. No parece nada descabellado pensar que pudieron ser, además, lugares de reunión y de culto, los templos prehistóricos en la época que el hombre se asentó de modo permanente en un entorno, a través de la agricultura y la ganadería. No obstante, pocos lugares de este tipo, en los que existen megalitos, pasan desapercibidos para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad.

Piedra con agujeros - Foto: ancient-wisdom.co.uk


lunes, 12 de enero de 2015

Cazoletas y grabados en la Ermita de San Frutos, Carrascal del Río

A pesar de haber visitado dos veces el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y la Ermita de San Frutos, dentro del municipio de Carrascal del Río, no habíamos apreciado unos grabados rupestres, con apariencia de cazoletas, existentes junto al cementerio que se encuentra al borde del acantilado del meandro en el que se haya lo que fue el priorato de San Frutos. Algo normal, pues, además de tener que reunir las condiciones para ser un gran observador, cualidad que seguramente no ostente, hay que patear continuamente -dos visitas no son suficientes- y conocer a fondo nuestros campos, como bien conoce su comarca Fernando Sebastián Álvaro, quién nos ha informado y enviado unas fotos, de las que aportamos un par de ellas a la ficha. Desde aquí recomendamos su página web, "Conoce tu comarca. Lugares Historias, leyendas y paseos por lugares de la provincia de Segovia" (www.conocetucomarca.com) y agradecemos la gentileza de haberse puesto en contacto con quién estas líneas escribe, para informarme sobre éstos y otros testimonios del pasado en su comarca.
La historia y el amor por nuestros antepasados, y sus testimonios, no son patrimonio, únicamente, de científicos, académicos e instituciones, sino de toda aquella persona que se preocupa, altruistamente, por descubrir sus enigmas y patear los campos tras las huellas de ese pasado. Importantes descubrimientos se han producido, a lo largo de la historia, gracias a amantes y aficionados a la Historia y la Prehistoria. Desde aquí nuestro más sincero respeto, pues ellos son sus máximos cuidadores y sus máximos defensores ante cualquier intento de atropello.

Foto: Fernando Sebastián Álvaro
Se pueden apreciar dos grandes cazoletas, además de un largo canal que comunica lo que parecen otras dos cazoletas, con una tercera en el centro de dicho canal. Este canal parece, o al menos recuerda, a un serpentiforme, aunque no  manifiesta forma enroscada o en espiral, como sí se da en otras manifestaciones de este tipo, de ahí que pudiera ser únicamente un canalillo que comunicara esas tres cazoletas. Lo que parece quedar claro es la factura humana de estas cazoletas, lo que nos llevaría a especular que nos encontramos ante un roca que fue, a buen seguro, objeto de culto en la Prehistoria, sacralizando un lugar, que mucho más tarde también fue sagrado para el cristianismo a través de la ubicación del antiguo priorato o monasterio, actual Ermita de San Frutos, en este lugar. No lejos también se halla el espectacular Convento de la Hoz, cuyo nombre completo es Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz del Río Duratón.

Foto: Fernando Sebastián Álvaro

martes, 6 de enero de 2015

El Roscón de Reyes y las Saturnales

Gracias al perfil de facebook de Encrucijada Pagana, programa de radio que desde aquí, de nuevo, recomendamos, hemos sabido que el bollo de Navidad conocido como Roscón de Reyes tiene su origen en las Saturnales romanas. Un ejemplo más de que la simbología de la Navidad (árbol de navidad, nacimiento, Papá Noel, muérdago, etc) tiene un origen bastante anterior al cristianismo, un origen pagano. Esta característica no es exclusiva de la Navidad, pues gran parte de las festividades de la Península Ibérica y del resto de Europa y demás continentes, en distintas fechas clave del año, encuentran su origen mucho más allá de lo que se nos suele, generalmente, contar o solemos creer, aunque es en la Navidad donde esto quizás quede más claramente patente.
Celebramos el Solsticio de Invierno en el hemisferio norte terrestre y en cada uno de sus ritos y símbolos, si escarbamos en su forma actual, encontraremos un significado mucho más profundo y en conexión con la Naturaleza y el transcurrir de sus ciclos, que no dejará de sorprendernos.

Templo de Saturno en el Foro Romano - Foto: wikipedia

*Fuente: Europa Press, 02-01-2015

...estas fiestas, que coinciden con el inicio de los días más largos tras el solsticio de invierno y el final de los trabajos del campo, se elaboraban unas tortas redondas en conmemoración de la fiesta, que se repartían entre los plebeyos y esclavos, a partir de calabaza, dátiles, higos y miel. Además, en las tortas se escondía un haba seca que representaba la prosperidad, y el afortunado que la encontrara, si era esclavo, quedaba libre ese día y era tratado como un rey. Fue ya en el siglo IV cuando la Iglesia institucionalizó el día de Reyes en Occidente y esas fiestas paganas se convirtieron en cristianas, quedando en el olvido que el origen de esta tradición fueron las fiestas del solsticio de invierno. En su elaboración, la receta del Roscón las saturnales romanas contiene calabaza a la alejandrina, dátiles, pasas, piñones y cominos. Este dulce se servía espolvoreado con pimienta y miel.

viernes, 2 de enero de 2015

Petroglifos de A Ermida, Eiras-San Amaro

Volvemos a Eiras, aldea del concello orensano de San Amaro, lugar al que nos acercamos a conocer el ara consagrado al dios Bandua, para traer unas manifestaciones, posiblemente cultuales, igualmente, pero, a buen seguro, mucho más antiguas: los Petroglifos de A Ermida, también cercanos, por tanto, al Castro de San Cibrao de Las, el cual mencionamos, igualmente, aquel día. Éstos se componen de cinco cazoletas con círculos concéntricos. Las alineaciones de las mismas parecen señarlar al ocaso; nada extraño si recordamos que nos encontramos en la tierra donde los peregrinos andaban buscando, desde tiempos ancestrales, "la muerte del astro", allá en el confín de La Tierra, en el Finisterrae, para después volver a verle renacer jornada a jornada a su regreso. Así, quizás, nos encontremos en un lugar de culto a los astros, o más bien hay que decir, al Astro.

Foto: arredordelambrica.webnode.es

*Fuente: arredordelambrica.webnode.es

El panel de los petroglifos de A Ermida consta de cinco figuras circulares con círculos concéntricos rodeando a una cazoleta central. Su estado de conservación es relativamente bueno, aunque muestra  bastantes signos de erosión que dificultan la percepción de algunas de las líneas. 
La figura principal tiene mayor número de círculos concéntricos y mayor diámetro que sus compañeras, alrededor de 50 centímetros, con cazoleta central de 16 centímetros de diámetro. La hemos  llamado petroglifo A. También se diferencia de sus compañeras en que posee líneas radiales, cuyo número es difícil de precisar debido a la erosión.
Al este de esa figura, pero fuera ya de la roca, un observador de estatura media situado en el suelo tendrá el panel a la altura de sus ojos, permitiéndole ver el  horizonte Oeste. Este hecho es lo que nos mueve a interpretar que los inscultores de A Ermida debieron de interesarse por los ocasos de los astros, más posiblemente por las puestas de Sol.
[...] Todos los petroglifos anteriores son similares morfológicamente a otros que han sido datados en la Edad del Bronce. Las  técnicas utilizadas para su confección debieron de ser el picado y la abrasión con instrumentos líticos, que dan líneas muy anchas en relación a su   profundidad. Un último petroglifo, que vemos al sureste de la roca, es distinto de los anteriores por su morfología: Una cazoleta estrecha, unos 2,5 centímetros de  diámetro, imposible de realizar con técnicas líticas. Por eso sostenemos que su realización ha sido mucho más tardía que la del resto del panel. Como  curiosidad, decir que forma con el petroglifo principal o A una línea que señala al Norte magnético, aspecto que no deja de sorprendernos.


 
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